martes, 20 de abril de 2010

Una fuerte devoción

Era 1900 cuando los pobladores de Apotara (pueblito de Cañete), se dieron cuenta de que sus cosechas eran arruinadas por los violentos, repentinos y concurrentes huaycos, que atravezaban sus campos. Ellos decidieron hacer una junta en donde se acordo ofrecerle algo a Dios a cambio de que Él detenga los huaycos. De este modo nació la idea de crear la capilla del "Señor del Triunfo". Un lugar sagrado en donde los pobladores puedan sentir que sus plegarias son escuchadas, el nombre solo simboliza lo que ellos necesitaban: una entidad que triunfe ante toda amenaza.
Funcionó. Desde la construcción de la pequeña capilla celeste que decora y destaca ante el fondo tierra los huaycos han sido mínimos y serenos. La capilla fué construida en el mismo lugar en donde estos concurrían.

Apariciones?

Hace poco, dentro de el plan de obras de algún mandatario de Cañete, tenía que realizarce la construcción de pistas en el pueblito de Apotara. Los constructores planeaban derrumbar parte de la capilla del "Señor del Triunfo" para hacer una pista más amplia, pero, se cuenta, que uno de los constructores soñó con El Señor del Triunfo diciéndole que respete la capilla que los pobladores hicieron. La capilla no sufrió cambio alguno.



Todos los apotarinos son fieles devotos del Señor del Triunfo.

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